PRONUNCIAMIENTO

RECHAZAMOS LA LEY DE SEGURIDAD INTERIOR

DENUNCIAMOS QUE SU APROBACION BUSCA LA MILITARIZACION DEL PAIS EN TIEMPO ELECTORAL

A pesar de innumerables pronunciamientos de organismos internacionales, la academia, organizaciones defensoras de los derechos humanos, artistas, víctimas de la violencia y ciudanía en general, fue aprobada por el Senado con 76 votos a favor y 44 en contra la Ley de Seguridad Interior, denominada ahora como la Ley de Represión Interior.

Con esta Ley se legaliza la permanencia a perpetuidad del ejército en las calles, se rechaza el fortalecimiento de los cuerpos policiacos y el urgente modelo de seguridad ciudadana que nuestro país necesita.

Los Senadores/as y Diputados/as aprobaron una ley violatoria de los derechos humanos, una ley que militariza al país, que generará más guerra, más muertes y no traerá la PAZ. Da todo el poder a las fuerzas armadas y al Poder Ejecutivo para emitir regímenes de excepción sin ningún control, vulnera el derecho a la protesta y legaliza el espionaje.

Es un hecho –con estadísticas de por medio- que el gobierno mexicano ha fracasado en mantener índices comprensibles de paz pública. Es también un hecho que las fuerzas públicas, en todos los niveles, han estado coludidas con el mundo de la criminalidad en una amplia gama de mecanismos de corrupción, que tienen al país como uno de los más violentos y más alarmantes en materia de seguridad. En esta suerte de complicidad, también han participado –entre muchos otros- estratos de las fuerzas armadas y policiales.

¿Cómo entender que la iniciativa de ley de Seguridad Interior haya sido aprobada por los supuestos garantes de la constitucionalidad democrática de este país? ¿Cómo explicar su decisión de darle manga ancha a las fuerzas armadas para que intervengan en municipios, estados y federación, sin controles claros por parte de la sociedad civil y sin rendición de cuentas y sin protocolos de transparencia, cuando nuestra Constitución Mexicana establece que el ejército debe estar subordinado a las fuerzas civiles?

¿Cómo explicar la aprobación de una ley, que a todas luces atenta contra los derechos humanos de sus ciudadanas y ciudadanos al otorgarle libertad de acción al ejército en sus diferentes denominaciones? Esto solamente se puede comprender cuando se
constata el cinismo, la ambigüedad y la mentira con que las cúpulas de poder intentan imponerse y mantenerse en su hegemonía, salvaguardar los intereses a los que sirven, sin importar la vida de la gente, la que da la vida a este maravilloso país. ¿Se trata acaso de una dictadura velada?

¿Quién garantiza que con esta ley el ejército se vaya solamente en contra del crimen organizado –en sus diversas denominaciones y giros- y no se pase de la raya y acabe –como muchas veces se ha demostrado- en irse contra las expresiones ciudadanas públicas y pacíficas- criminalizándolas- apegadas a derecho, con las que la gente, las personas de a pie, defienden sus derechos, su territorio, su vida, ante las amenazas de los poderosos?

¿Será acaso que el poder institucionalizado teme que el pueblo se exprese y se levante en torno, por ejemplo, ante un fraude electoral este 2018 que se avecina? Las y los ciudadanos de hoy, en medio de estas fiestas navideñas no debemos aletargarnos y
festejando y todo, necesitamos estar cada vez más alertas ante los modos y formas en que el poder fáctico, el de hoy, pretende mantenernos sometidos.

Rechazamos la aprobación de la Ley de Seguridad Interior y nos sumaremos a todas las acciones de impugnación de la ley.

¡Queremos un México en PAZ!

¡Queremos Seguridad sin Guerra!